Uno de los tapetes orientales más exóticos y distintivos es el Shindand o Adraskan (llamado así por las ciudades afganas locales), tejido en la provincia de Herat, en el oeste de Afganistán. Figuras humanas y animales extrañamente alargadas son su aspecto característico.

Otro elemento básico de Afganistán son los tapetes Baluchi, especialmente los de oración Baluchi. Están hechos por el pueblo baloch de Afganistán en la parte suroeste del país.

Se utilizan varios tintes vegetales y otros tintes naturales para producir los colores ricos. Los tapetes son en su mayoría de tamaño mediano. Se utilizan muchos diseños y colores, pero el más tradicional y típico es el de la huella octagonal de pata de elefante (Bukhara), a menudo con un fondo rojo. Los tejedores también producen otros adornos del estilo de vida nómada, incluyendo bolsas de carpa y piezas ceremoniales.